Review: Junta Rushera

Lo que experimentamos el sábado 27 de Noviembre pasado, fue una culminación de lo que hace mucho tiempo estábamos esperando; reunirnos con ese espíritu Rushero que dejamos aquél 17 de Octubre de 2010.

Ese concierto mágico, en el que el maestro de la batería Neil “The Professor” Peart sintió tanta emoción como nosotros y se aventuró a tomar una fotografía por primera vez en 36 años de carrera desde su batería, en el preciso momento en el que Geddy Lee se asombraba con nuestro entusiasmo y dedicaba Stick it Out a los mineros rescatados y Alex Lifeson nos señalaba su guitarra adornada con un 33 como símbolo de aquella cruzada. Rush dirigió toda esta energía en un concierto único, con una calidad impresionante, que hasta el día de hoy nos hace recordar la precisión con la que tocaban cada una de sus canciones y la entrega que dieron a su público; un público fervoroso por la llegada del Triunvirato de la perfección en estas tierras lejanas y bondadosas de un paisaje del cual la banda se maravilló, ese público que esperó con ansias un concierto prometido durante décadas, uniendo generaciones en el tiempo y que se conectó a un nivel casi espiritual con los canadienses, ese público, era el chileno.

Fue ese público, el que estuvo en la Junta del Foro, el espíritu de esas 45.000 personas en el Estadio Nacional, revivió con los miembros de la Comunidad aquél día. Inolvidable para la mayoría de nosotros, un día en que recordaremos lo que significa el ser un gran fan de esta banda; una persona capaz de llevar una vida en la que el balance de los elementos parte con la música de Rush, vivir intensamente cada momento, en donde el esfuerzo y la perseverancia es la base para cumplir nuestras metas y sueños, aunque muchas veces llevar esta filosofía de vida, significa que seamos aquél chico del vídeo de Subdivisions, apartándonos del resto.

De a poco, iniciando con un par de Rusheros madrugadores a cargo de conseguir un buen lugar que contara con los medios suficientes para poder disfrutar de un buen día de música y hermandad, el grupo fue creciendo poco a poco. Conocidos, amigos, miembros del foro que no se conocían personalmente e incluso, personas que por primera vez acudían a aquel grupo bajo el alero de “La comunidad de Rush en Chile”, hombres en mayoría y mujeres arraigadas a la pasión de escuchar la música de esta banda y llevarla como estandarte; compartimos como hermanos, sin prejuicios, sin distinciones; en un día en que solo importaba el compartir y disfrutar de aquella pasión infundida por la banda canadiense que cambió para siempre la concepción de la música, dejando de ser solo melodías y armonías, sino que logrando transformar aquellos sonidos en un viaje introspectivo a la evolución del ser humano.

Al recordar los momentos que vivimos en la Junta, me evocan muchos elementos que ayudaron a que ésta fuera memorable; el lugar era un perfecto espacio que prácticamente había sido extraído de las letras de Rush, en donde The Trees nos cobijaban y brindaban sombra; era un día bastante caluroso, pero muy despejado y con una brisa agradable, de este modo se nos hacía más reconfortante llevar nuestras vestimentas -en la mayoría- negras y con logotipos y diseños de nuestra banda; la conexión entre Rusheros, fue surgiendo en forma natural a través de conversaciones espontáneas que experimentamos a medida que nos conocíamos, unos a otros fuimos interactuando y sintiéndonos identificados con aspectos comunes, ya sean estudios, ideales, objetivos en comunes y formas de pensar, recordando otros conciertos incluso en comunes. Mientras algunos aplacaban el calor con frías cervezas y los demás con bebidas, otros se ocupaban de la parte comestible, preparando un asado con abundantes choripanes y carne; luego, cuando estaba todo listo para comer, se repartió equitativamente y quedamos bastante satisfechos. Todo esto acompañado de una excelente selección de Rush, en la al principio surgían ciertas “discusiones” por cual canción o qué disco debíamos escuchar, esto vislumbraba aún más la calidad de la música de Rush y el diverso gusto que surge en nosotros por las distintas épocas de la banda, al final acordamos escuchar primero disco a disco, y luego en forma aleatoria. Cuando llegamos al disco Hesmispheres ,y lo escuchamos en forma íntegra -realizando una especie de homenaje al nombre del Foro que nos unía es ese día- en donde todos practicaban guitarras, bajos y baterías aéreas; y luego al final de la primera canción del álbum, todos entonamos como un juramento The Sphere, A Kind of Dream. No solo las canciones con letras podíamos cantar, incluso cantábamos las melodías de los instrumentales YYZ y La Villa Strangiato.

Uno de los momentos que más me marcó, fue la conmoción que sentimos al escuchar 2112, el que fue el instante culmine de esta reunión y quedará en los historiales del Foro; en esta Junta en la que estábamos todos tan emocionados que saltábamos y cantábamos nuestras canciones favoritas, recordando aquel maravilloso 17 de Octubre, no puedo dejar de pensar en un instante en el que di una mirada alrededor, y percibí algo especial en el ambiente; una alegría que nos embargaba a todos por igual, en la que todos conversaban con todos y disfrutaban de estar compartiendo “The Rush Experience” por primera vez, incluyendo a aquellos Rusheros que pasaban por el lugar y se hacían participes del gozo que había en nuestro pequeño Templo de Syrinx, en donde la libertad había asumido el control, sin importar las miradas atónitas y de extrañeza de la gente de alrededor, que no entendía aquel mundo en que nos hallábamos inmersos. Ese momento, fue único.

Esta primera Junta del Foro, la recordaremos por siempre, no solo por lo bien que la pasamos y por conocer gente nueva, sino que también porque será el comienzo de muchas más, la unión de miles de almas con un mismo deseo de compartir nuestras fantásticas experiencias, y todo gracias a esta gran banda que nos une en famila: RUSH.




por Christian Gillies G. ANGUSROCK
colaboración de Mauricio Huaracán M
HUARA